Hoy en día estamos siendo silenciados por cada movimiento que surge de una desesperación de ideologías que no tienen ningún fundamento. Una convulsión social que quiere apagar la voz de Dios en la tierra. Veo al mismo tiempo que Jeremías y su relación con el poder político estaba en continuo conflicto, porque su ministerio no depende del visto bueno de ningún Rey. El preserva en su independencia de criterio y a diferencia de los falsos profetas que tienen un continuo agrado y relación con todo Mundo.

 

Hay un continuo sufrimiento en el profeta, mencionare algunos, despreciado del Pueblo, Pashur lo golpea y le pone en el cepo de la puerta de Benjamín, es metido en una cisterna etc. Pero hoy que pregunta del Rey, ¿Hay palabra de parte del Señor?, Jeremías dice, Sí, la hay. No era una voz apagada, no era una boca vacía, era esa voz que clama en el desierto, era esa palabra activa en medio de la conmoción social, diciendo sí, hay palabra del Señor.

 

El Salmo 11:3 dice que si fueran destruidos los fundamentos ¿qué será del justo? Si hay palabra de Dios habrá luz y los caminos torcidos serán enderezados. El salmo 119 que es un poema de su palabra nos da un continuo llamado a mirar que cada ocho versos van repitiéndose insistentemente ocho sinónimos de la «Torá», que, traducidos al castellano, vienen a equivaler a los siguientes: ley (voluntad), mandatos, mandamientos (disposiciones), estatutos (órdenes), decretos (normas), preceptos (reglas), palabra (consigna), promesa (palabra, instrucción).

 

El ser humano solo en Ella puede recibir dirección. Que no se apague en nosotros esa voz para ser pregoneros de la voz de Dios en la Tierra. Para decir, antes que fuera humillado, yo erraba, pero ahora guardo tu palabra. Salmo 119:67. Aun Pablo a los lideres de Éfeso les dijo que los encomendaba a Dios y a la palabra de su gracia. qué no se apague la voz de dios en la tierra.

 

Si hay palabra, SI HAY PALABRA. El ser humano volverá a la dirección correcta. Porque la ley de JEHOVA es perfecta. Salmo 19:7-11